Ya sabéis que en clase rotamos por rincones para, entre otras muchas cosas, trabajar y desarrollar nuestras habilidades y destrezas (cognitivas, afectivas, motrices y sociales) haciéndonos cada día un poco más mayores y aprender de forma divertida y creativa. Como todo en esta vida, hay actividades que nos gustan más y otras que nos gustan menos. Algunas nos suponen un verdadero reto porque al principio suponen un desequilibrio: no nos salen, no se me dan bien, "yo no sabo", ¡buffff!... pero, al final, si le ponemos intención, atención y empeño acaban enganchándonos y al final nos demostramos a nosotros mismos que muchas veces si queremos podemos, y además nuestra satisfacción y autoestima sube por los cielos.
Esto es lo que nos ha pasado con nuestro "Rincón Hama".
Hama es un juego de cuentas de colores que se disponen en diferentes bases y que al final por efecto del calor se pegan dando forma a aquello que hemos creado.
Al principio, a duras penas sacábamos algo adelante pues requiere bastante precisión. Formas de 10-15 cuentas nos despertaban la imaginación para llevarnos nubes, una flor, colores...
Pero luego, le fuimos cogiendo el truquillo y ya van saliendo producciones con muchas más cuentas: corazón, luna, pizza, autobús...
Este juego nos está ayudando a mejorar además de nuestra motricidad fina, nuestra capacidad de atención, concentración y paciencia, nuestra creatividad, nociones espaciales, los colores, nociones de cantidad...
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